Historia


Grupo Fauna y Acción tiene su germen de origen hace casi cuarenta años, cuando el más universal y televisivo de nuestros divulgadores medio-ambientales rodaba, junto a sus pioneros colaboradores, los capítulos de su conocida serie de RTVE. Un navarro excepcional, Fernando Peralta Torres, escultor de profesión y naturalista por vocación, entra a formar parte de aquel histórico equipo de profesionales documentalistas, no sólo colaborando activamente en las filmaciones de algunos capítulos, sino también trabajando de manera directa en el manejo y entrenamiento de los animales de escena que en dichas secuencias aparecían. Su buen hacer profesional le lleva después a las instalaciones del Safari Park Reserva El Rincón de Madrid (hoy Safari Madrid), donde con esos mismos animales y otros incorporados con posterioridad al equipo, durante un buen número de años se dedica a la divulgación medio-ambiental utilizando como herramienta de difusión y mensaje, las muestras públicas de animales en acción: rapaces en vuelo libre y mamíferos en semi-libertad. Durante esa época, en la que apenas existían los hoy populares centros de rescate o rehabilitación de fauna silvestre, ya se ve obligado por aquel entonces el naturalista navarro a recepcionar y rescatar animales salvajes, bien fuera por donación directa de quien los poseyera legal o ilegalmente, o bien por los continuos depósitos de la autoridad competente encargada de incautarlos. Nadie aporta en esos días ayuda ni subvención alguna para el mantenimiento de aquellos animales. Ni particulares, ni tampoco administraciones u organismos públicos.

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Fotografía Ricardo Peralta.

Con el paso del tiempo, y convertido ya el naturalista navarro en Director General de la citada reserva madrileña (cargo en el que se mantuvo durante doce años), no sólo amplió su colaboración con los poderes públicos convirtiéndose de manera paralela en centro de recepción, rescate y refugio de fauna silvestre sino que además, todos los animales deshauciados del parque por el motivo que fuera (madres primerizas, cachorros con patologías, crías sin esperanza de vida salvo con alimentación forzada, etc...) pasaron también a formar parte de esa gran familia que hoy somos.

Los caprichos del destino quisieron que allá por principios de la década de los noventa, Fernando Peralta abandonara la dirección del Safari Madrid, e inaugurara con todos los miembros de su ya numerosa familia (humana y animal) un pequeño recinto zoológico familiar en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz: el Zoo Parque Grande, centro de fauna salvaje que estuvo abierto al público durante quince años, y que el navarro nunca pudo ver completamente terminado pues fallecería en lamentable accidente automovilístico en el año 1993. La colaboración del Zoo Parque Grande con las administraciones públicas no sólo se mantuvo como en los tiempos del safari, sino que elevó su nivel de compromiso al erigirse directamente en centro colaborador de recepción y rehabilitación de especies silvestres, así como en santuario y refugio de animales ya irrecuperables para la Naturaleza. La colaboración con SEPRONA y las agencias de medio ambiente fue muy estrecha en esos tiempos. Casi tres mil ejemplares de nuestra fauna autoctona pasaron por aquellas instalaciones durante los quince años que se mantuvieron en funcionamiento. Muchos, pudieron ser devueltos a su medio natural. Otros, tuvieron que conformarse con incorporarse a nuestra enorme familia. Durante esta etapa, siguieron sin aportarse ayudas o subvenciones económicas por parte de nadie a todas estas actividades de recuperación y rescate.

Tras el cierre de Zoo Parque Grande, nace Grupo Fauna y Acción, que adopta su nombre corporativo y comercial en el año 2003, y que en el momento de su fundación consta de una segunda generación de naturalistas de campo, profesionales del sector (biólogos, veterinarios...) y casi cuatrocientos animales de todo tipo. La mayoría de ellos -debido al tremendo tiempo transcurrido desde su adquisición y la legislación vigente- ya de titularidad estrictamente privada. En el arranque mismo de su andadura profesional, Fauna y Acción cuenta en ese momento con un centro de varias hectáreas en plena Naturaleza, dotado de departamento de primeros auxilios, aulas de formación, flota de vehículos propios adaptados conforme a la ley para el transporte de animales vivos, y dos líneas de trabajo netamente diferenciadas: por un lado, la divulgación medio-ambiental y formación de futuros profesionales y, por otro, la realización de proyectos escénicos o audiovisuales de carácter comercial que permitan el respaldo económico suficiente para mantener las restantes lineas de actuación. Entre ellas, la recepción, rescate o acogida de fauna herida, deshauciada o incautada por las autoridades y cuyo único fin sería el sacrificio o la eutanasia.

Para la primera de las lineas de trabajo, Fauna y Acción utilliza varias herramientas que le ayudan en su labor de divulgación medio-ambiental, tales como muestras y charlas con animales en vivo (sólo se protege aquello que se ama, y sólo se ama aquello que se conoce), acercamiento de la Naturaleza a los más pequeños mediante programas específicos escolares (en los que muy especialmente se incide en la conservación de especies emblemáticas y espacios naturales) y, la colaboración permanente con empresas, universidades y ONGs tanto en cursos y programas de formación, como en la acogida y tratamiento (temporal o permanente) de animales necesitados de ayuda y que, para los cuales, no se cuenta con ninguna ayuda, soporte financiero o subvención económica de ningún tipo.

Para la segunda de las líneas de actuación -que es la que permite sostener económicamente a la primera- Fauna y Acción trabaja en producciones escénicas o audiovisuales, bien de carácter documental o comercial, para las cuales presta soporte profesional -en forma de naturalistas de campo expresamente formados- así como animales de escena convenientemente preparados para tal fin. Es de señalar que todos los animales que ocasionalmente prestan su imagen ante una cámara -bien sea de cine o fotografía- son de titularidad privada, no han sido capturados del campo para ese fin sino nacido en cautividad -fruto de generaciones haciéndolo-, y están acostumbrados a la presencia de personas y la interacción humana. Estos animales por tanto, son los que permiten la manutención del resto. Gracias a esta doble linea de trabajo, hemos podido sobrevivir durante tantos años cuando otros centros, lamentablemente, se veían obligados a echar el cierre. Centros por cierto, de los cuales también nos han llegado animales muy a nuestro pesar, y que hoy cuidamos y mantenemos en Fauna y Acción con el mismo cariño y desvelos que a nuestros inquilinos más veteranos.

Estos han sido siempre nuestros principios: la conservación del medio natural, su divulgación a todos los públicos, y el mantenimiento en las mejores condiciones y calidad de vida de todos los animales que se incorporan a nuestra gran familia. Y este, es nuestro obligado protocolo de actuación:

1.- En Fauna y Acción consideramos como miembros de pleno derecho de nuestra familia a todos los animales residentes por la razón que sea en nuestras instalaciones. No sólo se les facilitan los cuidados más elementales -agua, comida, cobijo o asistencia facultativa- sino que, continuamente, velamos por su protección y bienestar en todas las circunstancias posibles. No son por tanto simples objetos o valores cuantificables, sino miembros de nuestra familia y, como tales, nos preocupamos por su integridad física ypsíquica.

2.- Fauna y Acción es un centro de fauna y acogida de animales. No rehabilitamos de manera habitual ejemplares zoológicos con la intención de integrarlos en el medio natural -ya existen en nuestro territorio numerosos centros de rehabilitación para tal fin- pero, si somos solicitados para ello por cualquier institución, aportamos nuestras instalaciones, vehículos y experiencia en el sector.

3.- En paralelo al trabajo directo con nuestros animales, Fauna y Acción tiene además como objetivo prioritario la educación, divulgación, investigación y conocimiento del medio natural, dentro de unos criterios estrictamente ecológicos y de sostenibilidad medio-ambiental. No es nuestra finalidad lamentarnos porque todos los animales silvestres o domésticos del planeta no sean vegetarianos -no cuestionamos la depredación, que es un hecho natural- sino el preservar sus hábitats y poblaciones de una manera racional, sostenible y saneada.

4.- Fauna y Acción no adquiere animales capturados en la Naturaleza. Todos los residentes en nuestras instalaciones (salvo aquellos irrecuperables incautados por las autoridades), proceden de los diferentes proyectos de cría en cautividad de especies, bien sean privados o administrativos. Fauna y Acción se manifiesta absolutamente en contra del mercado negro y tráfico ilegal de animales.

5.- Fauna y Acción no utiliza como animal de escena a ningún ejemplar residente en depósito o incautado por la autoridad competente, ni tampoco a sus descendientes. Dichos especímenes, viven en nuestras instalaciones hasta el fin de sus días, bien en solitario, grupo familiar o pareja, sin que sean requeridos por nadie para prestar su imagen ante una cámara de cine.

6.- Fauna y Acción no es un centro de rehabilitación, sino de recepción o refugio de animales y producciones escénicas. Nuestro objetivo no es por tanto la suelta y repoblación de animales -silvestres o domésticos- en nuestros campos, pese a que eventualmente, podamos colaborar con diferentes instituciones en programas de este tipo. Nuestros animales por tanto, si pueden vivir emparejados de forma natural, pues lo hacen sin mayor problema acentuando así su calidad de vida. Fauna y Acción está absolutamente en contra de cualquier mutilación genital, y sólo esteriliza a aquellos animales que marca la ley o por prescripción facultativa.

7.- Fauna y Acción no tiene como objetivo prioritario la suelta o re-introducción de especies en el medio natural, sino dar refugio y residencia a una serie de animales que por unas razones u otras, necesitan ser acogidos en sus instalaciones. En aras de una mayor calidad de vida, los indivíduos en residencia viven emparejados y sin cortapisas para su reproducción. Cuando las crías de nuestros distintos animales son sacadas adelante por sus respectivas  madres sin problemas, son éstas las que se hacen cargo de ellas, ya que entendemos que la leche materna es sin duda un alimento insustituible. Si por alguna razón, la vida de esas crías pudiera estar en peligro (madres primerizas, enfermedades, agresividad de los progenitores, cachorros con problemas de alimentación, abandono por parte de los padres...), entonces y sólo entonces, son retirados del lado de sus madres biológicas, y criados a mano por profesionales experimentados en estas lides. Evidentemente, esos animales criados a mano, son siempre socializados, lo cual facilita su manejo y calidad de vida.

8.- Fauna y Acción se posiciona firmemente en contra del maltrato animal, y no realiza amputaciones ni intervenciones quirúrgicas que no sean estrictamente necesarias y, siempre, por prescripción facultativa o en cumplimiento de la legislación vigente al respecto.

9.- El adiestramiento básico de los animales que estando socializados, interactuarán en un futuro con mas personas o prestarán su imagen ante una cámara, se consigue siempre con enseñanzas en positivo. Evidentemente, la comida es el estímulo más importante en una animal, pero esto no quiere decir que ningún indíviduo pase hambre. De hecho, una buena alimentación, variada, de calidad y bien equilibrada, es fundamental para la correcta salud  de cualquier especie. En libertad los animales silvestres saben regularse de manera natural para no caer en males como el sobrepeso. En cautividad ese aspecto de la alimentación hay que controlarlo para que, en ningún caso, el exceso de nutrientes o grasas pueda minar la salud de los animales y, a la vez, que éstos estén animados y despiertos ante sus diferentes y necesarios ejercicios. Y al igual que un atleta de competición no se permite el lujo de engordar para que su buena forma física no se resienta, Fauna y Acción no permite que una alimentación excesiva o inadecuada pueda acabar incidiendo negativamente en ninguno de los miembros de su familia. El que ocasionalmente el momento de la comida coincida con el instante en que un animal está inmerso en sus ejercicios, ante una cámara o delante de un público, no influye para nada en su salud o calidad de vida.

10.- Las instalaciones de residencia de nuestros animales cumplen con todas las necesidades básicas para cualquier animal, y están especialmente diseñadas en función de su tamaño, comportamiento, seguridad, etc... Durante el día, todos nuestros inquilinos salen durante unas horas de ellas, para entregarse al juego y necesario ejercicio. A veces, se da el caso de que pasen los animales más tiempo fuera que dentro. Las mencionadas instalaciones van equipadas siempre de aguardos o cobijos interiores donde los animales pueden resguardarse de las inclemencias meteorológicas (en el caso de animales tropicales, dotadas también de sistemas de calefacción), y zonas de parque abiertas con bebederos automáticos, baños y enriquecimiento ambiental para el necesario entretenimiento.

11.- Los animales de titularidad privada que eventualmente viajan en nuestros vehículos, están acostumbrados a ello desde pequeños, no ocasionándoles este hecho ningún trauma o "stress". Muy al contrario, les encanta viajar y a veces, en cuanto ven el transpote abierto, se meten ellos solos en él. Fauna y Acción cuenta con un parque móvil de coches y furgonetas de diferente volumen, dotadas de doble carroceria interna de seguridad, sistemas independientes de calefacción y aire acondicionado para cabina y caja trasera, sistemas de video vigilancia de la carga y la expresa y obligatoria categoría y autorización administrativa para transporte de animales vivos y conductores habilitados para ello;  lo que la convierte, en la principal flota automotriz de su naturaleza en el sector.

12.- Por la misma razón esgrimida en el punto anterior, los animales de escena de Fauna y Acción tampoco sufren de situaciones de violencia ambiental o "strees" en un "set" de rodaje, puesto que desde pequeños se han acostumbrado a dichos ambientes y demás entornos humanos. El hecho de estar troquelados psíquicamente les previene y protege de cualquier sobresalto de rodaje que sin duda para otra criatura sin esa crianza, sí que podría ser una situación lesiva o estresante.

13.- Fauna y Acción no es un centro de rescate o rehabilitación, sino una gran familia que cada día se ve obligada a aceptar nuevos miembros en calidad de acogidos o refugiados. Dichos miembros, lo son de pleno derecho, y ni se les trata como un número o mercancia, ni permite que sean maltrados, explotados o encerrados en condiciones de baja calidad de vida. Una vida, que viven con nosotros hasta el último de sus días, y con las mismas y cercanas atenciones de principio a fin. Así lo atestiguan algunos de nuestros animales, con una longevidad que duplica en algunos casos, la natural de su propia especie.

14.- Fauna y Acción sólo cede o intercambia ejemplares zoológicos con otros centros y profesionales del sector. Jamás, con particulares. Y cuando esto sucede, es siempre por cuestiones específicas de variabilidad genética y evitamiento de endogamias.

15.- Fauna y Acción expresa su rotunda condena hacia los métodos violentos e inhumanos de adiestramiento animal, y opina que todos los animales silvestres donde tienen que estar, es libres en el campo. Sin embargo dicho esto, también hay que decir a continuaciónque todos aquellos animales que llevan generaciones criando y naciendo al lado del hombre, ostentan ya la categoría de domésticos -pese a que en su día, tuvieran un origen silvestre- y ni se pueden soltar en el medio natural, ni tampoco alejarlos de la compañía del ser humano, del que dependen por completo.

16.- Fauna y Acción cumple con todos los requisitos legales necesarios para realizar sus actividades y casi trimestralmente, pasa las debidas inspecciones -administrativas, veterinarias...- por parte de los organismos competentes y conforme a la legalidad vigente.

Fauna y Acción es muy consciente de lo que no es: un centro de rehabilitación y rescate. Lo que sí que es, es una gran familia de acogida y refugio de animales deshauciados, que se erige en empresa de producciones escénicas o audiovisuales y centro de formación profesional, para dar cobertura financiera a sus restantes lineas de actuación - y también, por qué no decirlo, puestos de trabajo a un buen número de personas-. Nuestro objetivo actual no es el soltar o reintroducir en el medio natural animales de ningún tipo, sino dar a todos nuestros miembros una nueva esperanza y oportunidad de vida. Nos gusta lo que somos. Lo que  somos nos hace felices, y esperamos seguir siendo así muchísimos años más...

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